El sensor de cloro residual RK500-29 está diseñado para satisfacer las exigentes demandas de aplicaciones industriales, municipales y medioambientales donde la detección precisa de cloro residual es fundamental. Este sensor redefine la fiabilidad gracias a su avanzado principio de Método de Voltaje Constante, ofreciendo mediciones precisas en un rango versátil de 0–2 ppm, 0–5 ppm (típico) y 0–10 ppm, garantizando el cumplimiento incluso de las normativas más estrictas.
Diseñado para la durabilidad y la adaptabilidad, el RK500-29 funciona sin problemas en entornos exigentes, con una robusta protección IP68 que lo resguarda contra el polvo y la inmersión, y un amplio rango de temperatura de trabajo de 0–50°C que asegura su rendimiento en climas diversos. Su alta resolución de 0,01 ppm y precisión de ±5% FS permiten a los usuarios confiar en los datos críticos para el control de procesos y la monitorización, mientras que su bajo consumo de energía (<0,5 W) y sus opciones de alimentación flexibles (7–30 VDC) lo hacen ideal tanto para instalaciones portátiles como permanentes.
Rango: 0–2 ppm, 0–5 ppm (típico), 0–10 ppm
Principio: Método de voltaje constante
Temperatura de trabajo: 0–50 ℃
Precisión: ±5 % FS
Resolución: 0,01 ppm
Alimentación: 7–30 VDC
Consumo de energía: <0,5 W
Salida: 4–20 mA y RS485 (Modbus-RTU)
Material principal: ABS
Grado de protección: IP68
Presión de trabajo: <0,5 MPa
Velocidad de flujo: >15 cm³/s (necesita mantener un caudal constante)
Longitud del cable: 5 m (por defecto), personalizable
Rosca de instalación: 3/4” NPT